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Ansiedad

Ansiedad: Ayuda psicológica

La ansiedad es un estado emocional común en los seres humanos, todos sentimos ansiedad, pero no todos sentimos ansiedad ante las mismas cosas ni con la misma intensidad.

Es imposible vivir sin ansiedad de la misma forma que es imposible vivir sin miedo, pero ¿Cuándo la ansiedad se transforma en un problema del que nos tenemos que ocupar?

Cuando la ansiedad interfiere significativamente en la rutina diaria, en el ámbito laboral o en la vida social podemos determinar que existe un problema.

Cuando evitamos una situación que nos genera ansiedad, por ejemplo, hablar en público, evitamos para “protegernos” a corto plazo de esa situación estresora pero lo que hacemos a mediano y largo plazo es que la situación temida se vuelva más y más poderosa cada vez que la evitamos.

Los síntomas pueden ser físicos, cognitivos y emocionales. Los más característicos pueden ser la taquicardia, sensación de ahogo, temblores, sudoración, molestias abdominales, mareo, irritabilidad, dificultad para concentrarse y conciliar el sueño.

Dentro del componente cognitivo podemos encontrar la preocupación excesiva, la inquietud y la incapacidad para relajar la mente.

Dentro de los trastornos derivados de la ansiedad podemos encontrar las fobias específicas, la fobia social, la crisis de angustia con o sin agorafobia, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno por estrés post-traumático y la ansiedad generalizada.

Si queremos trabajar la ansiedad y sus causas lo primero es aprender a conocerse uno mismo.

Es importante identificar el miedo que hay detrás, detectar cuales son los pensamientos que están presentes y cuales son las reacciones conductuales y fisiológicas.

Para romper el círculo de la ansiedad se pueden cambiar los pensamientos, las respuestas fisiológicas o se puede alterar la situación que dispara la reacción de alarma. Pero se necesita un análisis previo para evaluar qué alternativas o estrategias son las más adecuadas.

Desarrollar habilidades que nos permitan manejar nuestras reacciones a ciertos estresores te hará sentir que puedes lidiar saludablemente con tu ansiedad.

  • Las crisis de ansiedad no son más que reacciones corporales normales causadas por el miedo.
  • No estás enfermo ni loco, son reacciones desagradables, pero no son peligrosas.
  • Las preguntas sin respuesta hay que pararlas.
  • Deja que pasen las reacciones físicas, acéptalas, respira con el abdomen de forma lenta y profunda, acepta la ansiedad en vez de resistirte a ella.
  • Intenta no escapar, si estás en la calle busca un sitio para sentarse.
  • Es importante darse tiempo y tener paciencia con uno mismo, si está en una situación que le genera fobia, intente distraerse.
  • Es útil pensar que es una oportunidad para practicar aquello que ha aprendido en terapia.
  • Cuando la ansiedad disminuya habrás ganado un poco más de terreno a tus miedos, sigue tu camino como si nada hubiera pasado y recuerda que las crisis se darán con menos frecuencia si sigues trabajando en ellas.
  • Recuerda que muchas personas han superado las crisis de ansiedad siguiendo las instrucciones del psicólogo.